¡Los propósitos de enero están a la vuelta de la esquina! Para este blog, resumiré un artículo escrito por Alice G. Walton para Forbes.com en septiembre de 2013. Si desea leer el artículo completo, que le recomiendo encarecidamente, haga clic aquí.

1. Hacer dieta es mejor que hacer ejercicio. Por supuesto, se hace lo mejor que se puede cuando se hacen ambas cosas, pero no se puede hacer más ejercicio que con los malos hábitos alimentarios. Comer menos calorías es el 80% de la eficacia de la pérdida de peso. La fentermina puede ayudarle a reducir el apetito; venga a vernos para saber más sobre ella.
2. El ejercicio aumenta el metabolismo. El ejercicio ayuda a mantener el metabolismo alto, lo que hace que mantener la pérdida de peso sea mucho más fácil. Y, por supuesto, también aporta muchos otros beneficios: dormir mejor, sentirse más fuerte, mejorar la salud del corazón, fortalecer los huesos y las articulaciones... ¡Podría seguir y seguir!
3. Puede que tengas que esforzarte más que los demás para mantener tu metabolismo. Las investigaciones han demostrado que las personas anteriormente sedentarias que recargan su metabolismo nunca llegan a recuperar la normalidad, por lo que es posible que tengan que esforzarse más que sus amigos siempre delgados para ponerse y mantenerse en forma. No es un hecho agradable, pero puede que tengas que afrontarlo.
4. No existe la mejor dieta. Paleo, baja en carbohidratos, baja en grasas, vegetariana y docenas de otras dietas funcionarán, pero tienes que decidir seguirlas.
5. Una caloría es una caloría... ¡PERO! Es cierto que una caloría puede proceder de cualquier fuente, ya sean grasas, carbohidratos o proteínas. Pero para estar sano, lo mejor es comer sobre todo alimentos muy nutritivos, como frutas y verduras, cereales integrales y carnes bajas en grasa. Evita la comida basura: es probable que te sacies antes con alimentos ricos en fibra, como la fruta y la verdura, y por tanto consumas menos calorías.
6. La clave está en los hábitos. No se puede comer bien sólo durante unas semanas o unos meses y luego esperar mantenerse delgado y sano. Tienes que decidir que este viaje consiste en un cambio de estilo de vida, en el que aprendes constantemente sobre tus hábitos alimentarios y de ejercicio para el resto de tu vida. Empieza con algunos pequeños cambios y, una vez que estén arraigados, añade un par de cambios nuevos. Puedes conseguirlo.